Dale un pez a alguien y comerá ese día; enséñale a pescar y comerá cada día.
Si eres entrenador personal, de equipos, nutricionista, fisioterapeuta, enfermer@, médico o cualquier otra profesión relacionada con la salud, este artículo te interesa.
Me he dedicado al mundo del ejercicio físico durante más de 10 años como entrenadora personal y de grupos y durante todo este tiempo, si duda, lo que más se ha repetido en mí es la sensación de que los clientes en muchos casos han necesitado más una persona que les escuchara que un entrenamiento físico. ¿Te ha pasado alguna vez?
¿Y qué haces en esos momentos? Les escuchas, ¿verdad? Porque sabes que es una parte importante, pero en muchas ocasiones sientes que te faltan las herramientas suficientes para ayudarles.
Lo primero que voy a hacer es darte la enhorabuena porque el hecho de que te pares a escuchar a tus clientes dice mucho de ti como profesional. Entre otras cosas, dice que no te dedicas a esto como podrías dedicarte a cualquier otra cosa sino que lo haces porque realmente quieres que las personas mejoren su calidad de vida.
Si por el contrario, solo haces que escuchas porque te va bien que el tiempo de la sesión pase y sabes que finalmente cobrarás igualmente, te recomiendo que inviertas tu tiempo en algo más productivo para ti que seguir leyendo este artículo.
¿Sigues aquí? Perfecto, gracias.
Voy a poner el ejemplo de una persona que acude a un centro de entrenamiento personal porque quiere perder peso.
El entrenador le dice claramente que si quiere lograr ese objetivo tiene que comprometerse y dejar ciertos hábitos. Uno de esos hábitos es la ingesta de ciertos alimentos.
El cliente está de acuerdo, se le ve comprometido y va a conseguirlo. Pero los resultados no llegan, o al menos, no hasta los niveles que habían propuesto.
Tras varias charlas, el cliente finalmente confiesa que no está cumpliendo con el compromiso de dejar de comer ciertos alimentos.
La primera reacción del entrenador es pensar que el cliente le ha estado mintiendo y que han estado perdiendo tiempo.
¿Te ha pasado algo similar alguna vez?
Si es así, deja que haga unas preguntas:
¿Toda la responsabilidad es suya?
¿Has sabido dar con la motivación real de tu cliente para perder peso?
¿Crees que si hubieras sabido el motivo real por el que el cliente acudió a ti podrías haberle ayudado mejor?
Lo que Coaching con PNL consigue es que descubras el PARA QUÉ real detrás de las cortinas de humo y una vez descubierto, sepas CÓMO liberar la emoción que va a llevar a tu cliente/paciente al éxito en su objetivo.
Llegados a este punto y por mi experiencia como entrenadora personal y coach con PNL, mi conclusión es que tienes 2 opciones a la hora de enfocar tu negocio:
- Esperar a que tu cliente no consiga los objetivos marcados y entonces derivarle a otro profesional como un Coach (pez).
- Contar con un servicio en tu centro que incluya un protocolo para identificar las motivaciones reales y los bloqueos de tus clientes antes de que se manifiesten los problemas (aprender a pescar).
La investigación y la experiencia han descubierto que nuestras capacidades físicas alcanzarán su máximo rendimiento sólo si van acompañadas de un equilibrio emocional proporcionado por el autoconocimiento, la detección de bloqueos y su eliminación.
Por fin, todo esto que parecía estar al alcance de deportistas profesionales únicamente, ha llegado a todo aquel que quiera mejora su estado físico.
El nuevo paradigma te espera ¿vienes?
Amaia González.
Coach con PNL.
amaia@coachingdelmarketing.com
605742930